Los caminos de ronda nos llevan de un pueblo a otro en una excursión por la naturaleza sin igual. Desde Casa Vincke os acompañaremos en un recorrido que nos lleva desde Palamós a Calella de Palafrugell, resiguiendo la costa catalana y haciendo paradas en todos los lugares de interés natural y cultural.
Originalmente transitados por marineros que tenían que ir de cala en cala, o bien por patrullas que vigilaban la zona, los caminos de ronda forman parte de nuestro patrimonio y son un elemento paisajístico de gran belleza. Conformando el límite entre la tierra y el mar, y bordeando el litoral catalán, en la Costa Brava encontramos más de 220 kilómetros de caminos que nos permiten recorrer parajes espectaculares, acantilados, playas y calas inaccesibles.
Pasar un fin de semana, o bien hacer una pequeña escapada a la Costa Brava, es una de las mejores opciones para descansar y conectar con la naturaleza. Desde Casa Vincke queremos poner a su disposición nuestro alojamiento con nueve elegantes habitaciones, decoradas con un estilo contemporáneo y diseñadas para asegurar su comodidad durante su estancia en Palamós, desde donde empieza nuestra ruta por el camino de ronda.
Saliendo desde Casa Vincke, nos dirigimos hacia el paseo marítimo para llegar al puerto Marina de Palamós, en el extremo norte de la población, pasando por la Playa Grande de Palamós y el Puerto de Palamós. Una vez allí, empezamos a seguir la señalización indicada con las marcas GR-92 (Gran Recorrido) de color blanco y rojo, siguiendo un camino circular que empieza por la costa y acaba por el interior. Se trata de un itinerario distraído y sin gran dificultad, excepto por un pequeño tramo con un paso estrecho.
Se empieza el camino dirección a la Playa de La Fosca, y continuamos por un camino hasta llegar a Cala S’Alguer, una cala con un encanto histórico, llena de pequeñas casas de pescadores. Continuando hacia la Playa de Castell encontramos el Poblado Ibérico donde se conservan los restos arqueológicos del siglo VI. Desde ahí se puede observar la Roca Foradada, una gran roca con una cavidad con entrada y salida al mar, rodeada de aguas cristalinas. A continuación, nos encontramos con el conocido Puig d’en Roure, una finca tradicional privada. Uno de los mejores miradores que encontraremos a lo largo del recorrido es la Punta dels Canyers, con un balcón con vistas a la costa.
Seguimos la ruta hasta llegar a la Cala Estreta, donde nos podemos refrescar los pies y hacer una pequeña pausa para descansar. Antes de continuar con el recorrido, hay que decir que, pese a que la dificultad de la ruta no es alta, es cierto que los caminos de ronda son largos y a menudo tienen pequeñas elevaciones, por lo cual es importante coger fuerzas antes de aventurarse. Un buen descanso y un desayuno completo son la clave para tener la energía suficiente para disfrutar del camino. En Casa Vincke podrán disfrutar de un espacio exclusivo con todos los servicios y comodidades necesarios para su descanso.
Siguiendo con el recorrido, hay que bajar unas escaleras hasta llegar a la Cala Crit, atravesando un agujero en una roca. Muy cerca del destino final del camino de ronda, encontramos Can Roquer y finalmente acabamos con la Cala del Golfet, una de las playas con las aguas más cristalinas de la Costa Brava, debido a su arena. Los colores y los paisajes en esta zona son absolutamente impresionantes y nos llevarán inevitablemente a no querer abandonar la Costa Brava.
Para disfrutar de este paraje idílico pueden ponerse en contacto con nosotros y hacer su reserva, en Casa Vincke estaremos encantados de ayudarles.