El paraíso para los excursionistas está muy cerca. Los diferentes caminos de ronda de la Costa Brava proponen recorrer a pie el litoral, dejando al borde, playas, calas, paseos marítimos y acantilados. Antiguamente, estos caminos de ronda se utilizaban para ir de una población a otra o para ir a alguna cala más tranquila e íntima. Pero, lo que no todo el mundo sabe es de donde viene su nombre. Nada más que de las rondas que hacían diferentes agentes de vigilancia para controlar los peligros que llegaban desde el mar, los piratas. En contra de lo que puede parecer, hay caminos de ronda accesibles para todos. Algunos, los puedes recorrer en menos de una hora y a través de un terreno sencillo. Otros, hay que estar en mejor forma física, ya que tienen pendientes o suelos complicados que hacen que puedas tardar varias horas. Estos senderos costeros transcurren por la abrupta Costa Brava, desde Blanes hasta Portbou, conectando diferentes poblaciones situadas junto al mar.
Desde el siglo XII, y, hasta el siglo XVIII, esta costa sufrió constantes ataques de naves piratas. Ataques que atemorizaron a la población y dejaron una huella perceptible en la memoria popular a través de leyendas y cuentos. Pero su testimonio también se evidencia en las torres de vigilancia y el urbanismo de los pueblos marineros que la recorren. Famosos por el rastro que dejaban a su paso, los ataques piratas buscaban riquezas y cautivos, intentado conseguir más riqueza por su rescate o convirtiéndolos en esclavos.
Esta situación es la que motivó a muchas localidades costeras a situarse unos kilómetros hacia el interior, como Palafrugell o Calonge. Hecho que les daba más margen para huir ante su llegada o preparar la defensa. A medida que avanzaba el tiempo, y al no disminuir las incursiones, se empezaron a construir torres de vigilancia cerca de toda la costa para controlar la llegada de cualquier barco. Hoy, en gran parte, aún son visibles, testimonio de una época y de su tiempo.
Te proponemos un par de caminos de ronda para que puedas disfrutar del recuerdo de otra época y de la fisonomía del paisaje:
Pasando por el hermoso bosque de pinos de la Pineda d'en Gori, disfrutarás de la emblemática cala S'Alguer, para llegar a la playa de Castell. Siguiendo, verás las preciosas calas Corbs y Canyers, y llegarás a la cala Estreta, conocida por su arena blanca. No te dejará indiferente el Cap de Planes o las Illes Formigues. Unos islotes de gran importancia natural, llenos de cuevas, donde habita una rica flora y fauna marina. Poco después, termina uno de los más bonitos caminos de ronda, siendo su punto final, los Jardines de Cap Roig. Unos jardines botánicos de gran valor paisajístico y, también reconocidos por acoger una interesante muestra de escultura contemporánea que reúne escultores de renombre como Jaume Plensa.
Con tu estancia en Casa Vincke podrás adentrarte en estos caminos de ronda de gran belleza paisajística. Disfrutar de una estancia cómoda y agradable y sentirte cuidado en uno de los hoteles más exclusivos de Palamós y la Costa Brava. Un pequeño hotel de 9 habitaciones donde cada detalle cuenta y con una atención y servicios exquisitos que convertirán tu estancia en un recuerdo inolvidable.
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